11.6.09

Un Convivio arrebatado

Garabateadas sobre una hoja arrancada de lo que parece ser un prospecto, leemos las siguientes palabras: “Remito un Convivio que le he arrebatado a Díez-Canedo. Saludos” y luego viene una firma, una posdata y una fecha: “Alfonso Reyes. Precioso el tomito de Chacón. 9 dic. 1919”.

Pero ni la brevedad del mensaje, ni lo informal del pliego sobre el que fue escrito hacen de éste un documento banal. Más bien todo lo contrario: Se trata de una pieza histórica de gran belleza. Hela aquí:



Admito que soy lento, y por eso durante mucho tiempo no entendí muy bien qué significaba eso de “Remito un Convivio que le he arrebatado a Díez-Canedo”. En un principio pensé que don Alfonso hablaba de un tomo del Convivio (1) obtenido de un tercero de una forma un tanto forzada. Pero en ese caso ¿Para qué remitírselo a don Joaquín siendo él mismo el editor? ¿O sería que estas palabras no eran para él y le llegaron de algún modo? Más luego, guiado por una deducción tardía, se me ocurrió que en realidad lo que don Alfonso decía, era que él le estaba remitiendo el texto de otro autor, en la ocurrencia Díez-Canedo, para su publicación en la colección El Convivio. Revisé el tomo Nº 4 correspondiente a los años 1919-20 y en efecto, en sus últimas páginas me encontré un librito suyo llamado “Sala de Retratos”. Sin duda, ese era el Convivio que don Alfonso propició y don Joaquín materializó, con la venia -a regañadientes o no- de su autor: Díez-Canedo. Y estamos seguros de que ese es el libro, porque don Joaquín se tomó la molestia de reproducir las palabras de don Alfonso en la primera página:


¿Por qué reprodujo don Joaquín las cortas frases de Reyes? ¿Sería para protegerse de cualquier reclamo en caso de publicación no autorizada directamente por el autor? ¿O sería para estimular de algún modo la lectura del librito haciendo patente quién era el enorme intelectual que lo estaba promoviendo? Tal vez fueron ambas cosas, aunque la segunda opción para mí tiene más peso. Sobre todo si tenemos en cuenta que en esa página introductoria, don Joaquín agregó unas líneas de su autoría donde cita a otro eminente intelectual, quien a su vez habla de Díez-Canedo, lo que vendría a reforzar la intención de la presentación:

“Refiriéndose a los miembros mejor conocidos de la aristocracia literaria cerrada de la literatura española, dice Pedro Henríquez Ureña lo siguiente:

'Unamuno es su filósofo místico; José Ortega y Gasset es su filósofo intelectualista; Juan Ramón Jiménez y Antonio Machado son sus principales poetas; Azorín es su crítico; Enrique Díez-Canedo es su humanista moderno…”.
En definitiva, hay aquí una seguidilla de referencias que sitúan bien la altura de los personajes. Pero lo que para mí termina de hacer hermoso este asunto, es el soporte mismo sobre el que está escrito el mensaje original de Reyes, ya que se trata nada menos que de un pliego del Vieux-Colombier (Viejo Palomar), un teatro fundado por Jacques Copeau en 1913, que con los años fue creciendo y adquiriendo notoriedad y que aún hoy en día funciona adscrito a la venerable institución que es “La Comedie Française”, aunque todavía conserva su viejo y hermoso logo, el mismo que domina el documento que presentamos (aunque con unas modificaciones menores). Además, en 1978 el teatro fue declarado "Monumento Histórico" por la administración francesa.


Al dorso del pliego se puede leer un texto que no ha envejecido y que nos suena como el recordatorio de una tarea pendiente, al menos en nuestro país, donde el teatro es tan pobre. Los dos primeros párrafos -en mi libre traducción- dicen así:
“El Vieux-Colombier, fue fundado el 22 de octubre de 1913 por un grupo de escritores y artistas, bajo la dirección de Jacques Copeau, como un lugar de convergencia para todos aquellos autores, actores, espectadores, que, indignándose de la pobreza del teatro contemporáneo, desaprueban la cobardía de las costumbres y creen firmemente que la escena no es un lugar de donde deban ser excluidas la honestidad, la inteligencia y la belleza”.

“Desindustrializar el teatro, 'desfanfarronizar'(2) a los actores, respetar el público, eliminar de la interpretación dramática todo aquello que oprime o deforma el espíritu del poeta, armonizar todos los elementos del espectáculo, aclarar, gracias a la simplicidad de la puesta en escena y la disciplina de la interpretación, la pura configuración de las obras mayores: tales son los principios sobre los que se apoya el Vieux-Colombier y que le han valido su reputación".
¿Le habrá prestado atención don Joaquín a ese texto? ¿Por qué habrá escrito Reyes sobre esta hoja? ¿Sería por simple pobreza o porque tal vez en esos años, al finalizar la primera guerra mundial, hasta procurarse papel en blanco era difícil? El hecho de que haya sido arrancado de otra sección podría sugerir esto último, pero en realidad no lo sabemos con certeza. Llama la atención, eso sí, que el documento tenga un sello postal correspondiente al 28 de noviembre de 1919. ¿Sería el pliego una simple publicidad que llegó al buzón de Reyes o de alguien más y que él recogió? Esa es una pista que me parece plausible, en la medida en que el Vieux-Colombier permaneció cerrado entre 1917 y 1919, y como bien se lee en el documento, se planeó su reapertura para el 5 de enero de 1920. En realidad no fue que el teatro hubiera cesado sus actividades, sino más bien que su gente había sido enviada en misión propagandística a Nueva York, por invitación del Ministerio de las Bellas Artes (¡vaya tiempos aquellos! Es grandioso que haya existido un ministerio con ese nombre). Esto se explica en el cuarto párrafo del texto que aparece el dorso. Ahí mismo también se dice que, gracias a esa misión, el Vieux-Colombier fue visto como “algo más que un teatro” porque encarnaba, a los ojos de los norteamericanos, el espíritu mismo los grandes movimientos que a lo largo de la historia hicieron de los franceses “los verdaderos protagonistas de la cultura moderna” (!).

Por último he de decir que “el tomito de Chacón” al que se refiere Reyes, es el de José María Chacón y Calvo, titulado “Hermanito Menor” y publicado en 1919 por don Joaquín.

Notas:

1-.El Convivio fue una de las colecciones editoriales más conocidas de don Joaquín.

2-.Copeau utiliza una palabra posiblemente inventada por él mismo, pero de difícil traducción: “décabotiniser”. Aquí también quisimos inventar un equivalente, pero sospechamos que no hemos dado en el clavo.

8.6.09

Una colaboración

El señor Carlos Carranza, profesor de sociología en la UNA, investigador del Observatorio de Coyuntura y Subdirector de la Escuela de Administración Pública, nos remitió el artículo que había sido publicado el año pasado en "El Pregón" sobre don Joaquín y que luego fue retirado por razones que desconocemos. Le agradecemos mucho el que nos haya dado su amable autorización para publicarlo aquí.

La comprensión del pensamiento de García Monge es compleja, ya que en su larga vida demostró una apertura mental hacia nuevas posiciones evitando caer en el dogmatismo y mucho menos en cualquier mutilación, la capacidad de García Monge era tal que donde algunos personajes de su época veían una sola vía este pensador miraba distintas alternativas recogiendo lo mejor de cada una de ellas. En buen sentido explora distintos caminos para encontrar la verdad, lo que hace que García Monge tuviera un método distinto de conocimiento a otros de su época y de algunos intérpretes de su pensamiento. Por el contrario el pensamiento de García Monge es fruto de lo mejor de la patria, la justicia, la libertad, la creación de nueva cultura y una reflexión a mentes abiertas. Desde sus primeros momentos en Dos Cercas (Desamparados) su paso por Chile que marcó fuertemente sus definiciones personales, individuales, espirituales y de pensamiento político que lo convierten en una figura de referencia de los primeros treinta años del siglo XX y su ventana de ideas se proyecta como luz en el siglo XXI.

Su pensamiento expresa sobre todo un deseo profundo de libertad y derechos humanos. Para ello recordemos solo tres momentos de su vida: El primero de ellos referido al repudio, a las dictaduras que se daban en América Latina y el Caribe, así con Omar Dengo, Mario Sancho y otros valientes costarricenses decidió a su manera enfrentar la dura dictadura de los Tinoco, desafiando a la misma, teniendo que pagar con autoexilio que si no hubiera sido así, habría terminado con su vida. Esto hizo que por encima de muchas definiciones encabezaran posteriormente la Secretaría de Instrucción Pública durante el gobierno de Julio Acosta García, que levanta las primeras piedras del Estado que se va a gestar en los cuarenta de una Costa Rica distinta.

El segundo punto se refiere a la libertad de pensamiento que se expresó siempre en el Repertorio Americano siendo paradójicamente una de las pocas personas que se pronunció en contra de la expulsión por el gobierno de Calderón Guardia y don José Figueres Ferrer; lo que demostró su temple de libertad para todas las personas en relación con el pensamiento humano, donde nos da la lección de verdadera democracia.

El tercer momento se refiere al respeto, al libre pensamiento y acción política de diferentes fuerzas políticas y sociales. Así García Monge inicia en sus últimos años la lucha para darle voz aquellos que habían quedado marginados después de la guerra civil del 48. Posiblemente la afinidad ideológica no era cercana a su pensamiento pero el respeto a la libertad es mayor que a los meros principios así García Monge demuestra que la libertad se puede expresar en distintos momentos y en distintas formas, donde la responsabilidad es interior, pero el sentido es con la patria para construir libertad y dignidad.

De la misma manera en sus críticas que muchas veces se expresó en una pequeña nota, en una gacetilla, en la negación personal de apoyar cuestiones que consideraba inadecuadas, eso sí sobre todo en su Repertorio Americano abriéndole las páginas a distintas posiciones sin miedo a enfrentar distintos pensamientos para que las personas construyan su propia definición sobre el mundo la vida, la cultura y la política.

Las letras y el pensamiento de García Monge son vastas, solo refiramos que de lo anteriormente citado se puede extraer que fue y es voz viva del pensamiento audaz, de las nuevas formas de ver la patria, del fortalecimiento Republicano-Democrático y de lo mejor de la nacionalidad y el nacionalismo sin perder la universalidad presentes en García Monge, temas de debate obligado ante una figura viva y de contenidos amplios.

Que debe ser referencia para la Costa Rica que necesitamos construir en el siglo XXI, de la mano de Roberto Brenes Mesén, Omar Dengo, Carmen Lyra y Rodrigo Facio Brenes como fuentes de pensamiento libre y crítico. Ese es el verdadero homenaje que le debemos hacer a un verdadero Patricio y benemérito de la Patria; que pensó para todas y todos; donde el pensamiento de García Monge es un faro que ilumina las difíciles vidas que hombres y mujeres del siglo XXI debemos construir.

¡Joaquín García Monge sigue vivo en ideas, pensamiento y acciones!