26.11.06

Una feliz casualidad

Mi pequeña investigación sobre la fecha de llegada de Pablo Neruda a Costa Rica me llevó naturalmente a revisar los tomos del Repertorio Americano correspondientes a septiembre del 43, mes en el cual sospecho tuvo lugar su visita. Yo estaba curioso de ver si don Joaquín había escrito algo al respecto. Sin embargo, me ocurrió una especie de “lapsus de acción” que me llevó a revisar el tomo del año 41 en vez del 43. El error fue productivo puesto que de ese modo me di cuenta de que el número doble (17 y 18) del 20 de setiembre de aquel año, casualmente se titulaba “Homenaje a Chile”. Y mejor aún: al repasarlo descubro que en él se publican fragmentos del Canto General de Neruda, poemario por ese entonces aún inédito, aunque los fragmentos que estaba publicando mi abuelo ya habían aparecido, según se consigna allí mismo, en “Letras de México” (del 15-IV-41). Pero lo más interesante es que a la par de los versos aparece una foto de Neruda sobre la que él escribió a mano lo siguiente: “A García Monje, el hombre grande de la pequeña Costa Rica” y abajo firma “Neruda”. He escaneado la foto para reproducirla aquí:


Ahora no dejo de encontrar curioso el error que me llevó a dar con esa fotografía que de otro modo hubiera pasado desapercibida para mí como una aguja en un pajar, máxime que no se conserva su original entre los papeles de mi abuelo. Además de esa curiosa coincidencia me encontré también un interesante y divertido texto de mi padre que no conocía y del que hablaré en un futuro post.

Luego de que me di cuenta de mi error sobre el año, busqué en el tomo correspondiente al año 43. Para mi grata sorpresa me encontré con que en el número 18 del 13 de octubre aparecen varios textos referidos a Neruda y a su partida de México. Si bien lamentablemente ninguno menciona nada sobre su llegada a Costa Rica, sí aparece uno que recoge las palabras de Neruda en Panamá. El texto es muy interesante y también me hubiera gustado reproducirlo aquí, sin embargo por problemas técnicos se me ha dificultado mucho hacerlo.

23.11.06

Nota complementaria sobre Neruda

En un reciente viaje a Chile tuve la ocasión de visitar la casa de Neruda en Isla Negra y de entrar en contacto con la Fundación Pablo Neruda. Ellos muy gentilmente se tomaron la molestia de investigar sobre la mujer que aparece al lado del poeta en las fotos presentadas en el último post y en días pasados me han hecho saber, vía email, que efectivamente se trata de Delia del Carril, su segunda esposa, apodada "hormiguita" (por su gran capacidad de trabajo) y a quien Neruda había conocido en 1934. Sin embargo, no es sino hasta 1936, una vez separado de la malayo-holandesa María Antonieta Haggenar, que comienzan a vivir juntos. Delia, 20 años mayor que Pablo, era pintora e incluso había sido discípula en Paris de Fernand Léger. La relación de Delia y Pablo duró hasta 1955, cuando él la deja para vivir con Matilde Urrutia, su última esposa. Delia, quien fuera llamada por el poeta Rafael Alberti “flor de único tallo indoblegable”, murió en 1989 a los 105 años de edad.

La confirmación que me ha brindado la Fundación Pablo Neruda, a la que agradezco profundamente, me permite avanzar una tesis plausible sobre las fechas de estadía de Neruda en Costa Rica. En efecto, poniendo en relación los años que estuvo con Delia con la cronología de vida que aparece al final de “Confieso que he vivido”, ese enorme poema autobiográfico en prosa escrito por Neruda, he descubierto que al renunciar a su puesto de cónsul de Chile en México en el año 1943, él retorna a su patria el primero de setiembre de ese año visitando de paso “países de la costa del pacífico”. Ahí se menciona que llega a Panamá el 3 de setiembre, pero no se dice nada de Costa Rica. Pero justamente: el hecho de que no se consigne dónde estuvo entre el primero y el tres hace muy probable la tesis de que esas hayan sido las fechas de estadía en nuestro país. Sobre todo que luego la relación de viajes de Neruda no vuelve a mencionar, durante los años que estuvo con Delia, una visita cercana a estas tierras, aparte de un viaje a México y Guatemala entre los años 49 y 50 en compañía de Paul Éluard (vía París y regresando a Europa en vapor hasta Hamburgo).

Otro dato que me brinda la Fundación Pablo Neruda es que Rubén Azócar, quien aparece pintando el mascarón de proa (aún visible en Isla Negra) fue escritor. Investigo un poco más sobre él y de rebote llego al gran amor imposible de Neruda: Albertina Azócar, hermana de Rubén. A ella dedica el poeta su famoso Poema 15 de “Veinte poemas de amor y una canción desesperada”: Me gusta cuando callas porque estás como ausente…