El cuento-comedia de Carmen Lyra perdido y hallado
“En Santiago de Chile, a principios de siglo, parece que don Joaquín García Monge vivía en una modesta Pensión de la calle Carmen. El tranvía 7 recorría las calles Recoleta-Carmen-Lira, y cuando doña María Isabel Carvajal pensó usar seudónimo para sus famosos “Cuentos de mi Tía Panchita” editados por la primera vez en 1920 en las ediciones de García Monge, éste le aconsejó el de Carmen Lira, recordando sus días santiaguinos, pero María Isabel tenía una clave para los nombres y dedujo que Lira debía escribirse con “y” pues 'del otro modo resulta un nombre con mala suerte'.
En el libro que don Carlos Luis Sáenz y doña Luisa González escribieron sobre la cuentista, se afirma lo siguiente:
'Uno de los mejores resultados de la cátedra de Literatura Infantil que desempeñó en la Escuela Normal de Costa Rica fueron sus obras de teatro para niños… Carmen Lira fue la introductora y la creadora, en nuestro país, del teatro destinado al público infantil… completan su obra teatral dos obritas… (que se han perdido): “La Niña Sol” y “Había una Vez…'.
Posiblemente en los tiempos de la Escuela Normal, la señora Carvajal le dio a García Monge 4 cuadernillos escritos de su puño y letra, con muchas correcciones, con el texto original de “Había una Vez”… García Monge anunció su próxima entrega a la vez que publicaba los “Cuentos de mi Tía Panchita”. El hallazgo del original de éste cuento-comedia entre los papeles de García Monge permite enmendar lo afirmado en el libro citado. Por alguna razón quedó inédito.
El tema de la obrita es sencillo pero al mismo tiempo atractivo. Es como la introducción a un cuento; en substitución de él se relata el suceso en que intervienen los personajes de la comedia. La acción pasa en dos escenarios, el de la casa pobre en que se vive feliz y el de la casa rica con sus obligaciones triviales. Hay pues dos vertientes de que se sirve la autora para poner sobre el tapete un tema social. Queda así aclarado las variantes del seudónimo de la señora Carvajal y en dónde se halla el cuento-comedia perdido, o supuesto tal”
Tal como se puede ver en la imagen que he incluido arriba, el cuento-comedia tiene una dedicatoria que dice así:
“A la madre de mis amigas Lilia i Clemencia Gonzalez. Su corazón sabrá ser tan maternal con estas páginas como lo ha sido tantas veces conmigo”.
5 comentarios:
Justo hablaba con una compañera de trabajo que el legado de Carmen L. no debería reducirse al tío conejo... y que qué cosa tan extraña es "reducir" un artista a una sola cosa. Y ve vos... me topo con este post.. qué bueno.
Me alegra que sustente tu tesis. Ojalá alguien se interesara en montar la obra para realizar sus potencialidades.
Me parece maravilloso que compartas ésta obra con nosotros! Le leí parte del artículo de Rodrigo Soto a un amigo actor y profesor de la UNA que está trabajando en educación rural formando formadores y le mencioné que sería bonito que lo usara con un pequeño grupo de teatro que se está formando en San Vito. Creo que le interesó y espero que lo lleve a cabo! Ahí les contaré si sucede. Gracias Eugenio nuevamente por compartir!
Con mucho gusto! Y excelente noticia. Ojalá lleguen a montar la obra. Gracias por pasar y comentar.
Gracias por tan excelente recopilación.
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