9.12.08

El comité pro-General Sandino (segunda parte)

Hace unos días, había dicho que al dorso del pliego de paz firmado por Sandino estaba pegada una boleta sin llenar del comité pro-Sandino. Es ésta:


La boleta servía para gestionar donaciones. En el caso que vemos, no fue llenada y por ello se podría pensar que don Joaquín la guardó como una especie de souvenir, o tal vez simplemente quedó olvidada entre sus papeles. Por otra parte, si bien la boleta fue pegada al documento de 1932, originalmente fue pensada para ser usada en 1928, tal como se colige de su propio texto. Sin embargo, en algún momento alguien la separó del pliego, rompiéndolo, pero luego fue pegada de nuevo y gracias a esa oportuna acción hoy podemos apreciarlo en su integridad (no sé si esta restauración mecánica la hizo mi padre, el propio don Joaquín, u otra persona).

En cuanto al tiempo que estuvo activo el comité pro-Sandino, tenemos una pista gracias a un segundo reporte publicado en el Repertorio:


Tal vez la suspensión de actividades a que alude el texto fue definitiva, porque no se volvió a presentar ningún nuevo reporte en el Repertorio, pero esto último no necesariamente implica lo primero. Tampoco conocemos las razones por las que se suspendieron sus actividades. Lo cierto es que el comité logró recaudar una suma de dinero (apreciable para la época) que le fue enviada a Sandino para su lucha. Es interesante destacar que se le reconoció a la señora Lupe Santos de Puntarenas, haber sido la persona que más dinero colectó. Además, para la época de este segundo reporte, “Billo” Zeledón ya no era el presidente del comité, sino Luis Cruz Meza. Por su parte, don Joaquín continuaba a cargo de la tesorería.

Unas semanas más tarde apareció en el Repertorio una carta de agradecimiento por el dinero enviado, firmada por Sandino y dirigida a don Joaquín*. Hasta donde sabemos es la única carta que el héroe de las Segovias le dirigió personalmente.


Lamentablemente el original de esta carta no se conservó entre los papeles del editor, como sí se conservaron el pliego de paz, la boleta y la foto que encabeza la entrada sobre dicho pliego. Por cierto, esa foto no lleva dedicatoria de ningún tipo, ni está fechada. Tampoco fue reproducida en el Repertorio esos años, porque don Joaquín optó más bien por representar a Sandino mediante dibujos. Pero eso será tema de otra entrada.

A mi entender, el comité pro-Sandino, cuyas actuaciones fueron transparentes y dignas, por un lado retomó a su modo el estandarte de Juanito Mora y por otro, fue como la semilla de lo que décadas más tarde constituyó el importante apoyo que brindó nuestro país al movimiento sandinista que sacó a los Somoza del poder. Qué lástima y qué tragedia que en el curso posterior de la historia, cierto sandinismo haya perdido el rumbo. Aún así, la gesta de Sandino me parece digna de ser rememorada una y otra vez, como ejemplo para futuras generaciones. Al respecto recomiendo la lectura del libro “Sandino”, que es una antología de textos del combatiente (cartas, manifiestos, proclamas y entrevistas) reunida por Sergio Ramírez. Este libro contiene además un capítulo introductorio escrito por el recopilador, que contextualiza muy bien el papel de Sandino dentro de la compleja historia nicaragüense.

Dentro de los textos que se presentan en este libro se encuentra el pliego de bases para la paz que presentamos en este blog, pero en una versión posterior fechada el 3 enero de 1933. El texto es prácticamente el mismo, pero no incluye ni la propuesta para que sea el propio Sandino el representante a la conferencia internacional, ni la nota que se puede leer en la versión que llegó a manos de don Joaquín. Lo cual es curioso, porque según esa nota se había obtenido parcialmente satisfacción sobre el primer punto concerniente a la retirada de los marines. Tal vez Sandino quiso ser luego más enérgico y eliminó del texto cualquier frase que pudiera interpretarse como una concesión de su parte, a pesar de que dos días antes de firmar la nueva versión del documento, salió de Nicaragua el último marine.

Sergio Ramírez, refiriéndose negociaciones de paz dice ésto:

“El día primero de enero de 1933, el último contingente de la Marina de Guerra de los Estados Unidos de América se embarcaba en el Puerto de Corinto y dejaba Nicaragua. Seis largos años de solitario heroísmo de un puñado de obreros y campesinos, sufriendo privaciones, viviendo en la inclemencia de la montaña, peleando a brazo partido por su nacionalidad, habían logrado aquella victoria. Y empeñando la palabra sometida, de concluir su lucha apenas el último invasor se fuera, Sandino estuvo de inmediato dispuesto a negociar; su carta anunciando sus puntos de paz, estuvo en manos de sus agentes desde el mes de diciembre de 1932, y fue entregada a Sacasa el mismo día que los marines salieron”.

Si ésto es correcto, entonces hay que suponer que Sandino entendía que el Comité pro-Sandino en Costa Rica formaba parte de sus “agentes”, ya que el pliego que recibió está fechado en noviembre. Según se dice en la carta de Sandino a don Joaquín, la comunicación entre el Comité y él, se dio a través del eminente hondureño Froylán Turcios (escritor, periodista y editor como don Joaquín), quien fue el representante del rebelde en el extranjero. Cabe recordar que parte de la correspondencia entre Turcios y Sandino fue publicada en el Repertorio.

En un futuro espero poder reunir una antología de textos sobre Sandino (y de él también) publicados en el Repertorio.

*Es interesante señalar que ésta carta fue reproducida por Fedro Guillén en el "Tríptico en Honor de García Monge", un homenaje que le hicieron los "Cuadernos Americanos" de Jesús Silva Herzog a don Joaquín con motivo de su muerte.

(para ir a la primera parte pulse aquí)

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